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Noveno sueño: El viaje al fin del Universo
Aquella noche en mi Selva había mucho silencio. No había luna, pero sí muchas estrellas.
Entonces decidí caminar hasta una loma cerca de mi cueva, desde donde se podía ver claramente hacia el valle, y donde el follaje de los arboles quedaban como un manto que arropa la cuenca del Albarregas. La luz de las estrellas, se reflejaba sobre el follaje, y lo hacían parecer como una piel extendida.
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