Poema a la selva.

La estación de lluvias ha terminado,
y en la selva húmeda y umbría
ello significa fiesta.
Desaparecen las nubes
y también la densa neblina
que ocultaba a las estrellas.
Este diciembre con cielos claros
permite ver de nuevo, entre el follaje,
un cielo preñado de estrellas.
Es entonces cuando se presenta
de vez en cuando la luna llena,
alumbrando los rincones de la selva.
El clima seco y templado invita a caminar
y el viejo león lo aprovecha,
se va cruzando veredas
bañadas por aquella luz serena,
buscando los claros espacios de la selva,
donde el río hace remansos
y la luz de la luna  penetra.
Entonces el león se echa,
y con mucho sigilo observa y se deleita
quedándose horas enteras,
mirando con detenimiento
los regalos que les envían
sus florecitas mas pequeñas.

Felipe León

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