Réquiem

Cuando todos los siglos vuelven
Anocheciendo a su belleza,
Sube el ámbito universal
La unidad honda de la tierra.

Entonces nuestra vida alcanza
La alta razón de su existencia:
Todos somos reyes iguales
En la tierra, reina completa.

Le vemos la sien infinita,
Le escuchamos la voz inmensa,
Nos sentimos acumulados
Por sus dos manos verdaderas.

Su mar total es nuestra sangre
Nuestra carne es toda su piedra,
Respiramos su aire uno,
Su fuego único nos incendia.

Juan Ramón Jiménez

136