PREFACIO


El libro que más quiero se llama El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Desde que lo leí,
cuando aún era un niño, hasta hoy día que ya me acerco a mi tercera edad, siento que las lecciones que aprendo cada vez que lo vuelvo a leer, no dejan de sorprender a mi imaginación.

Ojalá los sueños de Felipe puedan ser leídos por mis hijos, cuando ya sean mayores de edad, y logren también asombrarse de su contenido.

Por ahora les pido que sean pacientes, pues tal vez la juventud, no les permita apreciar las lecciones, que he querido transmitirles, a través del relato de los sueños de un león que vive en una selva de ideas, poemas, historias y relatos, que tratan de explicar, en forma sencilla, asuntos tan importantes como la amistad, la ciencia, la vejez, el romance, la poesía y el amor.

Tal vez cuando lleguen a mi edad lo entenderán, espero que no sea tarde.

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